A pesar del grito espeso del animal condenado a muerte la brecha abierta en el corazón del ejército de nuestros enemigos las palabras
la glacial aspereza de la suerte que nos deja correr a nuestra guisa
NUESTROS PERROS SOMOS NOSOTROS MISMOS CORRIENDO DETRÁS DE NOSOTROS MISMOS
solos en el eco de nuestros propios ladridos de ondas mentales
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